miércoles, 22 de enero de 2014

Multiverso

Multiverso:

Alex vive en Milán. Es el capitán del equipo de baloncesto del equipo de su instituto. Vive con sus padres y juega a videojuegos con su amigo Marco. Todo normal, de no ser por ella. Jenny vive en Melbourne. Nada desde muy pequeña, y su palmarés es ya impresionante. Es el orgullo de su padre, ex nadador profesional. Todos los días va al instituto y después entrena. Todo normal. De no ser por él. Jenny y Alex establecen diálogo telépatico durante los desvanecimientos, en lo que nadie que no sean ellos sabe lo que pasa en la mente de ambos. Desde hace cuatro años vienen sucediendo estos episodios, y ahora parece que la comunicación mejora, tanto que a veces consiguen hablar sin desvanecerse del todo. Cuando Alex averigua dónde encontrar a Jenny, más allá del lugar que siempre ha tenido en su mente, y tras asegurarse de que existe, decide salir en su busca, aparecer en Melbourne para conocerla por fin. Más de veinticuatro horas de vuelo después, Alex se dirige al muelle donde ha quedado con ella, sin saber que está a punto de descubrir una verdad que podría cambiar la certeza sobre el mundo que habita, o que un peligro se cierne sobre todos los... multiversos.

Sin duda, las apariencias engañan, o al menos eso pasa con este libro. Más o menos ocurre como en Mystic City, el planteamiento es excelente, se podría sacar una gran historia con esa idea. Lamentablemente, no es el caso del camino que ha tomado el libro, que del buen aspecto inicial va pasando a un estado de descenso, hasta acabar de una forma muy distinta a cómo se planteaba en un principio. A veces estos cambios salen bien, pero otras quedan como poco... forzados, mal. Se trata de una historia que va decreciendo hasta alcanzar el punto en que hasta resulta pesada, aburrida, porque todo se vuelve demasiado irreal, o demasiado repentino. Sin embargo, una de las peores partes de este libro es sin duda la relación entre los dos protagonistas. Es la más pastelosa, azucarada y surreal que he visto, quizá empatada con la que forman los protagonistas de Mystic City, y hace que te preguntes cómo es posible que dos personas que no se han visto nunca, que ni siquiera han hablado más que en estados de inconsciencia, sean capaces de decirse esas cosas o quererse de esa manera, porque queda demasiado forzado, incluso cuando por fin abandonan esa faceta de enamorados para centrarse en asuntos que te presentan de sopetón y que se supone que tienen que sobrecogerte aunque no lo consigan, siguen lanzando frases de lo perfecta que es la pareja, de lo gemelas que son las almas. Y eso sumado a una traducción o narración, quiero creer que es la traducción, bastante regular, en la que dos personas de dieciséis años hablan diciendo "somos dos jóvenes, nos hemos extraviado" o con expresiones como "me hallarás allí", crea un relato bastante enrevesado en cuanto a argumento se refiere. Además que, hablando del argumento, este se eche a perder a mitad de libro, cuando ya ha ocurrido todo lo que te refieren en la sinopsis, te deja mal gusto cuando empieza a sacar desastres y destrucción por todos lados, augurando que el final es horroroso para los dos, lo que añade aún más azúcar a la relación de Jenny y Alex si cabe. Sobre los personajes, estos son demasiado planos para la historia que pretende contar, y sin duda no se consigue empatizar ni con Jenny ni con Alex. Quizá el más completo de todos sea Marco, a pesar de ser un secundario, aunque es evidente que él solo arma toda la trama, es el que da todas las respuestas que permiten a Alex (el típico chico deportista aficionado a los videojuegos) saber todo lo que sabe, y se dedica a lidiar con la información mientras Alex se hace más y más preguntas. Jenny es demasiado pesimista, todo saldrá mal para ella, y Alex peca de excesivo en cuanto a impulsividad o dejarse llevar. En general, lo único bueno es lo bien que explica la teoría del Multiverso, sumado a alguna parte en la que todo es menos denso y pesado por motivos casuales, pero realmente ha sido casi lo mismo que Mystic City con la variación del argumento. Precisamente por eso deja la sensación de ser un libro más, que de no ser por la sinopsis no entraría ni en las estanterías.

B de Blok, 2013, Barcelona
Leonardo Patrignani
Título original: Multiversum

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Aaahhggggg, Multiverso noooooo!!! Con las esperanzas que teníamos puestas en él... Me da mucha rabia.

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  2. Lo sé... ojalá alguien la hubiese transformado en la maravillosa historia que tendría que ser, y no ese montón de azúcar con dinamita mal administrada dentro :(.

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