Los efectos devastadores del calentamiento global han tenido consecuencias terribles sobre la ciudad de Nueva York, y especialmente, sobre Manhattan. Gran parte de la isla se ha visto inundada de agua salada con la subida de los océanos, y enormes construcciones se han alzado sobre el agua para proteger a sus habitantes: son las Atalayas, donde viven los más ricos e importantes. La zona que comprendía la antigua ciudad, la situada a nivel del mar, ha formado ahora las Profundidades, allí los más pobres de la isla tratan de escapar de las aguas en aumento y de los derrumbamientos que se producen por efecto del océano. Comparten estas terribles condiciones de vida con los místicos, una raza de humanos que tienen poderes sobrenaturales y que se consideran peligrosos para el resto de personas. El gobierno les obliga a drenar dos veces al año sus poderes para que no sean capaces de atentar contra la seguridad, y los confina en una pequeña área conocida como el Bloque Magnífico. No obstante, también hay rebeldes, aquellos místicos que no se han registrado, viven en la clandestinidad y luchan para evitar ser encontrados por el gobierno. Desde arriba, los habitantes de las Atalayas contemplan indiferentes lo que ocurre abajo. En realidad, ellos también tienen asuntos en los que pensar. Desde hace años, dos familias se disputan el poder, ambas dominan la mitad de la isla y ambas tienen la mitad de seguidores cada uno, son los Rose y los Foster. Aria Rose, la hija del líder de la familia, despierta de una sobredosis de Stic, un concentrado de energía mística que pudo haberla matado. Le cuentan que está comprometida con el joven Thomas Foster, que se enamoró de él y que le ocultó su romance a todos, hasta que las familias se enteraron y terminaron con un final feliz. Sin embargo, a pesar de que no recuerda nada de lo que ocurrió antes de la sobredosis, Aria no las tiene todas consigo. Dos familias rivales por fin unidas, el destino de Nuevo York está en sus manos.
Aunque el argumento de la historia es estupendo, genial, no cabe duda de que esta historia está muy desaprovechada. Lo primero que hay que resaltar es su final, desde la primera pagina resulta muy predecible, con solo leer la mitad puedes saber todo lo que va a ocurrir a continuación. El segundo punto son las sorpresas o las revelaciones, están mal administradas y nunca consiguen darte una verdadera impresión. El autor trata de sorprenderte, pero al final no hace más que liarte con giros y agentes dobles, hasta triples. Todos tienen un secreto y resulta exasperante como cambian continuamente de bando algunos personajes. La protagonista es muy ingenua y hasta el final no comienza a preguntarse cosas que tú ya habías pensado en el primer capítulo. La acción no sigue el ritmo de tus deducciones y en algunos momentos resulta muy lenta, de pronto da mucho movimiento y vuelve a parar hasta páginas después. Lo que más se nota de la narración es que el autor es un hombre, y quiere contar las cosas desde el punto de vista de una chica, resulta poco creíble cómo se expresa y en ocasiones exagera demasiado las reacciones de la protagonista. Pero lo que menos me ha gustado han sido los estereotipos, estaban por todas partes. En el personaje masculino, se busca terriblemente la perfección en la apariencia y el carácter. La protagonista femenina encarna el papel de la chica perfecta, hasta el punto de resultar casi falso. Los personajes son bastante superficiales y solo algunos llegan a algo antes de estancarse. No hay duda de que el argumento era casi perfecto, pero se ha perdido casi todo de la gran historia del principio.
Editorial Círculo de Lectores, 2013, Barcelona
Theo Lawrence
Título original: Mystic City
